Seguramente el grave problema de las adiciones y sus consecuencias para la comunidad se ha transformado en uno de los problemas cotidianos de los uruguayos y si hace algunos años los riverenses lo mirábamos como en la vereda de enfrente, en Montevideo, hoy nos golpea y mucho.
Mediante una buena iniciativa del Diputado Richard Sander y su suplente Ruben Núñez, con el apoyo de la Intendencia Departamental, en la jornada de ayer estuvieron en Rivera seis integrantes del movimiento denominado “Madres en la Plaza”, que naciera en Montevideo, pero que apunta a tener presencia en todo el país.
Diario NORTE dialogó con Rocío Villamil quien ha sido la cara visible del movimiento, quien expresó que “Estamos sorprendidos con la cantidad de personas involucradas en este tema en Rivera.
Llegamos acá invitados por el Diputado Richard Sander y la propia Intendencia, interesados en nuestra manera de trabajar.
Es sabido que hay una amplia oferta en cuanto a maneras de encarar el tema.
Nosotros intentamos encarar la solución del problema desde lo familiar, desde una contención social, involucrando a la comunidad para que se haga cargo del problema.
No fue para nada fácil poner el tema encima de la mesa en 2006, para que se empezara a hablar del mismo.
Sigue siendo complicado, la gente sigue minimizando el tema, sigue pretendiendo esconderlo.
Se trata de una realidad dura en la que hasta cambia el paisaje urbano, uno se va acostumbrando a ver niños, madres con bebes, jóvenes pidiendo y lamentablemente lo vamos tomando como algo natural y normal.
La realidad es que detrás de todo esto hay una enfermedad familiar, social y sobretodo la necesidad de admitir que la adicción es una enfermedad y para ello seguimos peleando, que se admita que un adicto es tan enfermo como un diabético, por que es para toda la vida, no tiene cura pero sí tiene recuperación.
Vamos a seguir dando batalla para que se reconozca esa realidad.
En un primer momento el movimiento surgió, de manera espontánea casi solamente como de denuncia, éramos catorce madres que pensamos que íbamos a estar solas ese día y nos llevamos la sorpresa que éramos muchas más.
De aquel momento a la actualidad hemos ido evolucionando en nuestro trabajo social.
Salimos de la plaza, vamos a los barrios de Montevideo, viajamos al interior, a efectos que todos empiecen a tomar conciencia que más, mucho más que preocuparnos por el problema, debemos empezar a ocuparnos, que empecemos a entender cual es esa realidad.
Debemos conocer esta enfermedad, no podemos seguir hablando de ella de forma tan liviana, peyorativa y mucho menos seguir discriminando a adictos y familiares.
Estamos hablando de chicos que no se curan pero que son recuperables, especialmente en tanto y en cuanto la familia también se recupere.
Muchas veces decimos que en muchos casos es mejor que empiece a recuperarse la familia antes que el adicto y con ello multiplicar para que se recupere la sociedad.
Mientras sigamos escondiendo el problema, mirando para el costado, pensando que el problema es sólo del vecino de enfrente, vamos a seguir así.
Es un problema que va creciendo, no es verdad que esté disminuyendo, no retrocedió, no es verdad que haya disminuido el consumo de pasta base, cada vez hay más gente en la calle.
Son niño, adultos, por que en definitiva no es una enfermedad exclusiva de los adolescentes. Si de una buena vez no nos ponemos las pilas esto no tiene retroceso”, finalizó.
Madres de la Plaza
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